La antigua Casa Notari contaba también con un bar en el piso inferior del caserón. Tras varias ideas y opciones de renovación del espacio, se decidió aprovechar su acceso directo a la calle y su agradable luminosidad para crear un apartamento independiente del resto del caserón para aquellos clientes que prefieran la opción de alojarse en un espacio más autónomo.
Con su entrada directa desde la Plaza Mayor, este apartamento tiene capacidad para cinco personas y pueden añadirse dos supletorios. Consta de estancia principal con cocina abierta, baño y altillo (la habitación de juegos).
Este es uno de los espacios más agradables del caserón, fresco en verano y bien iluminado.
Se ha querido mantener parte de la decoración del bar. También se ha querido resaltar el techo y paredes excavadas en la roca, sus muros de piedra, los tonos cálidos, utensilios rurales y cerámicas decorativas del bar. Todo esto combinado con recuerdos de viajes a Marruecos, pinturas que reflejan la riqueza de la arquitectura de África del Norte, una región altamente admirada en la familia por su estilo y riqueza cultural, así como gastronómica.
Consta de un baño nuevo, cocina abierta (en barra), el altillo (con tres camas individuales) y una zona abierta con una cama de matrimonio y un sofá cama.